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¿CÓMO EJERZO UNA CRIANZA ASERTIVA?

Imagina un día en tu vida como padre/madre. Notas que tus hijos empiezan a platicar muy bajito; todos los papás sabemos que cuando un hijo habla en secreto es momento de activar nuestras antenitas porque algo seguramente estarán planeando e inmediatamente piensas en todas las travesuras que pueden pasar por esa mente creativa de tus niños. Mientras hablan, ves que sospechosamente corren por la libreta, el lápiz y muy atentos dicen entre ellos -que no, que sí-; tú observas y empiezas a preguntarte, ¿Deberé detenerlos y confrontarlos? ¿Deberé regañarlos? o ¿Evito involucrarme y continúo con mis actividades diarias?


Somos una generación de padres preocupones y preocupados que en ocasiones sobre reflexionamos acerca de nuestro estilo de crianza y no es para menos porque tenemos ante nuestros ojos a nuestro proyecto más importante, nuestros hijos.

Si bien, no existe una receta mágica en este tipo de asuntos, los terapeutas coinciden en que es necesario proporcionar una estructura adecuada al comportamiento de los hijos, una base sólida que les permita reconocer sus emociones y lograr autorregularse para saber cómo actuar adecuadamente ante cada acontecimiento.


PAUTAS PARA UNA CRIANZA ASERTIVA


¡CONSTANCIA Y CONSISTENCIA!

La comunicación en todas sus vías será vital para lograr esa crianza asertiva; en primer lugar, es necesario que los padres se comuniquen, que lleguen a un acuerdo en todo lo que harán con sus hijos, en términos de reglas de la casa, disciplina, etc. De la misma manera es necesario que le comuniques a tu hijo las reglas de la casa, qué se puede y no se puede hacer, de manera que conozca sus derechos y deberes dentro de la casa, y sepa qué debe respetarse y la forma de conducirse.

Debemos analizar como orientar a los hijos y como reprenderlos incluso; ya que si nuestro primer reflejo es silenciarlos de una forma autoritaria y confrontativa, seguramente se asustarán y con el tiempo quizá no se desarrolle la confianza adecuada, lo que propiciará que nuestros hijos no expresen sus ideas por temor a ser juzgados o avergonzados.

Si por otro lado, el manejo es de una forma permisiva, seguramente no sabrán autorregular sus emociones y pudieran caer en discusiones innecesarias, por ello es necesario establecer reglas específicas.

Establece trabajo en equipo, asigna tareas en el hogar, roles que deben cumplir cada uno. De la misma manera establece y comunica consecuencias claras y precisas haciéndoles entender que, de no cumplir con las reglas, perderá ciertos privilegios; esto, para evitar los castigos físicos.

Será hermoso escuchar sus dudas y poder ayudarlos a resolverlas, pero esos lazos fuertes se logran con empatía y comunicación efectiva.

Pasa tiempo de calidad con tus hijos, dedícale tiempo a cada uno, tanto en particular como en familia. Eso te ayudará a conocerlos, les ayudará a conocerse.


Recuerda que los niños aprenden por modelamiento, lo que ellos ven de sus figuras de cuidado primario (padres, madres y cuidadores), es lo que ellos reproducirán, tanto en palabra como en hecho.


AUTOR: Lic. Fátima Ayala Lozano

Psicoterapeuta Cognitivo-conductual, Tallerista, Especialista en el Área de Inclusión

Directora del Programa de Educación Especial IDENAP

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